El sol de medianoche en el Cabo Norte
En el extremo más al Norte de Europa, donde se acaba la tierra y ya todo es oceáno Ártico desde allí hasta el Polo, está el mítico "Cabo Norte" o Nordkapp en noruego. Lugar de peregrinación de moteros, en nuestro caso cambiamos la moto por un Ibiza que nos lleva casi 5.000 kms al Norte para visitar este lugar mágico.
Hay que decir que el pago de la entrada y el complejo montado le restan un poquito de encanto, pero una vez dentro esto se olvida y te contagias de la emoción de estar ahí y disfrutar de un fenómeno astronómico que solo se puede ver en el Polo Norte o en el Polo Sur.
En realidad, el Cabo Norte no es el punto más septentrional de Europa, es otro cabo situado muy cerquita, pero con menor accesibilidad y menos espectacular. Y tampoco es el único lugar desde donde se puede observar el Sol de Medianoche: este fenómeno se da en cualquier punto por encima del Círculo Polar Ártico, en los meses en torno al solsticio de verano. Pero este acantilado, por su remota localización y su espectacularidad, se ha convertido en el icono y santuario del Sol de Medianoche.
Desde Mayo a Julio, aproximadamente, se puede observar el Sol de Medianoche. Con el clima noruego, puedes tener mala suerte y que esté nublado, cosa que nos ocurrió el primer día, y la experiencia se desluce un poco. Así que nosotros no dudamos en pasar otro día más por la isla Mageroya (el cabo está en una isla a la que se accede por un tunel) para tener una segunda oportunidad (por suerte la entrada vale para 2 noches).
Y esta vez sí pudimos verlo. Es el mismo Sol, un atardecer sobre el mar como en tantos otros lugares, pero aquí el Sol nos depara una sorpresa: cuando debería empezar a oscurecer y desaparecer por el Ártico, nos sorprende volviendo a subir y creando un nuevo amanecer.
Esto ocurre porque el eje de rotación de la Tierra no es vertical, tiene cierta inclinación, por lo que según en qué punto de la órbita estemos, el Sol pega más directamente sobre el Polo Norte, o sobre el Polo Sur. En torno a Junio, incide tan directamente sobre el Polo Norte que no se llega a ocultar por debajo del horizonte.
En esta animación se ve muy claro:
Durante el invierno, ocurre justo lo contrario, siempre es de noche, o el Sol sale durante muy poquito tiempo. Los aventurados que se acerquen por esos lares en esas fechas, podrán disfrutar en cambio de las Auroras Boreales, otro fenómeno astronómico que nos encantaría poderos contar también en otra ocasión.