Ella que gobernó la luna

como nosotros

levitando hacia el nocturno firmamento

a lomos de pulidas lentes.

 

-Adrienne Rich, “Planetarium”- 

 

Orión cabecea como un cazador borracho sobre el Sendero de los Mohawks

un paralelogramo acuchillado por dos cortes de acero…

 

-Adrienne Rich, poeta, intelectual, crítica y activista lesbiana estadounidense (16 de mayo de 1929, Baltimore, Maryland).”El ciclotrón estelar”-

 

Luego, cuando la Luna quiso pasearse hacia poniente, levantó por encima de sí a

Orión como un dosel, y las estrellas avanzaron a sus dos lados como batallones que alzaron a las Pléyades por bandera.

 

-Al-mu´tamid-

 

Dile a un hombre que en el Universo hay más de 300 billones de estrellas y te creerá. Pero dile que un banco está recién pintado y tendrá que tocarlo.

 

-Albert Einstein-

 

Un ser humano es una parte de una totalidad que llamamos universo. Una parte limitada en el tiempo y en el espacio….

 

-Albert Einstein-

 

Lo importante es no parar de hacerse preguntas.

 

-Albert Einstein-

 

Vemos la luz del atardecer anaranjada y violeta porque llega demasiado cansada de luchar contra el espacio y el tiempo.

 

-Albert Einstein-

 

Lo más incomprensible de nuestro universo es que sea comprensible.

 

-Albert Einstein-

 

Mirad los cielos y aprended de ellos cómo deberíamos en realidad honrar al señor.

Las estrellas en su curso encomian las leyes de Newton…entre el eterno silencio.

 

-Albert Einstein-

 

¿Existen muchos mundos o existe sólo un único mundo? Ésta es una de las más nobles y elevadas cuestiones planteadas en el estudio de la Naturaleza.

 

-Alberto Magno, siglo XIII-

 

El fulgor de la Luna Llena desvanece el encanto de las noches frías, en la que la contemplación del resplandeciente firmamento sobrecoge a quien sale a contemplarlo.

 

-Alberto Marcos Rubio-

 

El Universo es una perversa inmensidad hecha de ausencia. Uno no está en casi ninguna parte.

 

-Alejandro Dolina-

 

Todos estamos condenados a un hechizo cósmico. El universo es irremediablemente fugitivo. Nadie puede detenerse.

 

-Alejandro Dolina-
 

Miles de bólidos y de estrellas fugaces se sucedieron durante un espacio de cuatro horas…

Desde la primera aparición del fenómeno no quedó un espacio de extensión igual a tres diámetros de la Luna que no se llenara continuamente de bólidos y estrellas fugaces…

 

-Alexander von Humboldt, 1799-

 

Si el todopoderoso me hubiese consultado antes de embarcarse en la creación, le habría recomendado algo más sencillo.

 

-Alfonso X el Sabio-

 

Antes que el viento fuera mar volcado,

que la noche se unciera su vestido de luto

y que estrellas y luna fincaran sobre el cielo

la albura de sus cuerpos.

Antes que luz, que sombra y que montaña

miraran levantarse las almas de sus cúspides;

primero que algo fuera flotando bajo el aire;

tiempo antes que el principio.

 

-Alí Chumacero-, “Poema de amorosa raíz”

 

De acuerdo con las enseñanzas de los astrónomos, la circunferencia de la Tierra, que a nosotros nos parece tan interminable, comparada con la grandiosidad del universo ofrece el aspecto de un mero punto diminuto.

 

-Amiano Marcelino, “La crónica de los sucesos”-

 

El propósito de la vida es investigar el Sol, la Luna y los cielos.

 

-Anaxágonas-

 

Si Venus es nuestra hermana, es una hermana deforme.

 
-Andrew Fraknoi-

 

Si existen seres en otros planetas, ¿porqué no les oímos reírse de nosotros?

 

-Anónimo-

  

El verdadero amante de la vida es el científico, pues es el único que se ocupa de descubrir sus misterios.

 

-Anónimo-

  

Febe, Febe que remolinas en lo alto

de nuestro cielo limpiamente trazado,

escucha, Febe, mi endecha:

¿no querrías al revés remolinar?

No te preocupes de lo que haya dicho Dios,

por una ley lo hemos cambiado nosotros.

¿No has oído tú nunca hablar

de la hipótesis de lo nebular?

Prescribe solo, en términos exactos,

cómo cada estrella debe comportarse.

Dice a cada pequeño satélite

a dónde por la noche ir y rotar.

El desobediente da lugar

a la cólera de los astrónomos,

los cuales –por raro que te parezca-

a Dios en remilgos ganan.

Conque, querida, mejor que cambies;

de verdad que no podemos reordenar

todas nuestras cartas desde Marte a Hebe

sólo para que encaje la jovencita Febe.

 

-Anónimo, Oda a la luna de Saturno Febe- 

 

Yo no sabía que el Sol, la Luna y la estrella vespertina eran las palabras con las que él me hablaba. De modo que nunca había oído su canto, su grito ni su silencio cósmico.

 

-Anthony de Mello- 

 

Soy una de las innumerables partículas de polvo que danzan bajo los rayos del Sol universal.

 

-Anthony de Mello-

 

Las gentes tienen estrellas diferentes, no son iguales para todos. Para los viajeros, las estrellas son sus guías. Para otros no son sino lucecitas. Para otros, los científicos, las estrellas son problemas. Para mi comerciante, las estrellas son oro.

 

-Antoine de Saint-Exupery, “El principito”- 

 

Las estrellas son bellas porque tienen detrás una flor que no se ve.

 

-Antoine de Saint-Exupery-

 

Tus ojos me recuerdan las noches de verano,
Negras noches sin Luna, orilla al mar salado,
Y el chispear de estrellas del cielo negro y bajo…
 
-Antonio Machado-
 
¡Ay del galán sin fortuna
que ronda a la luna bella;
de cuantos caen en la luna,
de cuantos marchan a ella!
 
-Antonio Machado, “Soledades”-
 
Tan capaz es nuestro entendimiento para entender las cosas altísimas y clarísimas de la naturaleza como los ojos de la lechuza para ver el Sol.
 
-Aristóteles-
 
La astronomía nos conduce a un suceso único, a un universo creado de la nada.
 
-Arno Penzias- 
 
Pero Aristarco de Samos sacó un libro conteniendo algunas hipótesis, en el cual las premisas conducían al resultado de que el tamaño del universo es muchas veces superior a lo que ahora recibe este nombre.
 
-Arquímedes, “El calculador de arena”-

 

Titila, titila pequeña estrella, cómo me pregunto qué eres.

 

-Arthur C. Clarke, “Los nueve mil millones de nombres de Dios”-
 
Dios mío….está lleno de estrellas.
 
-Arthur C. Clarke, “2001: una odisea del espacio”-
 
Arriba, sin ninguna conmoción, las estrellas se estaban apagando.
 
-Arthur C. Clarke, “Los nueve mil millones de nombres de Dios”-
 
El núcleo se estaba volviendo más grande y más definido: ya no era un punto negro, sino una elipse irregular; ahora, una isla pequeña y plagada de cráteres, perdida en el océano cósmico; después, de pronto, un mundo por derecho propio.
 
-Arthur C. Clarke, “2061, odisea tres”-